10 de junio de 2011

Madame Bovary II



Publicado por Nora



Emma Bovary ha osado “manifestarse”.

Ha osado:

Desear

Fantasear

Mentir

Leer

Soñar

Salirse del lugar “predestinado”

Apasionarse

Encontrarse a escondidas

Planificar su fuga

Relegar a su hija

Despreciar su medio

Ignorar mandatos, desobedecer

Aspirar a otra vida

Aferrarse a la mística y soltarla…

Sumergirse en lo religioso y salirse y volverse a sumergir…

Pretender la riqueza

Aspirar a pertenecer a la “alta sociedad”

Negociar con dinero, asumir como propio lo prestado

Endeudarse

Ostentar

Controlar a ciertos hombres

Pagar por sus gustos y pasiones

Ser la “estratega” de sus planes


Por todo ello, y por más… (quizás) decide Flaubert que “muera padeciendo”.

Se atrevió a transgredir y entonces debe ser “aleccionada” ella;  y su historia “aleccionadora”.


Yo,  ser humano y mujer, en mi ser “hermana y congénere”, en otra dimensión (tiempo y espacio),  con otras alternativas y en una relación de asimetría por algunos logros obtenidos a través de la historia,

-la comprendo

-la contengo

-empatizo con ella

-me solidarizo

-me entristezco con su destino

-me conmuevo

-me rebelo

-la admiro

-la compadezco


Revalorizo su tremenda historia de búsqueda insaciable y alma insatisfecha.

------------------------------------------------------------------------------------------------------ 


Algo de su contexto histórico:

En 1857, hace siglo y medio, Charles Baudelaire y Gustave Flaubert fueron llevados ante la justicia con pocas semanas de diferencia por la publicación de Les fleurs du mal y Madame Bovary. Habían nacido en el mismo 1821, como Dostoievski, eran amigos y admiraban sus respectivas obras.

La condena de estos dos libros bajo el cargo de inmoralidad señala el comienzo de la literatura moderna. Se discute quién fue el primero en emplear la palabra modernidad, si Edmond de Goncourt en 1857 o el propio Baudelaire dos años después.


---------------------------------------------------------------------------------------------------------


Expresa Edgar Morin en su libro “¿Hacia el abismo? Globalización en el siglo XXI” La crisis de la Modernidad:


“Ciertamente en la modernidad el aspecto científico es predominante, pero se instaló una bipolaridad que contiene, al mismo tiempo, la cultura del éxito, el dinero y el poder junto con la de la sensibilidad, el alma y la poesía, particularmente cultivada por la adolescencia y los grandes poetas adolescentes, de Shelley a Rimbaud, pasando por Novalis, y mantenida por la cultura femenina. La modernidad, a la vez que niega este aspecto adolescente, lo mantiene: provoca su negación, y a la vez lo reprime.

La modernidad se manifiesta a través de tres grandes mitos: el mito del dominio del universo, formulado por Descartes, Buffon y Marx entre otros; el mito del progreso, de la necesidad histórica, que se impone a partir de Condorcet; y finalmente, el mito de la felicidad. Ya Saint Just decía: “La felicidad es una idea nueva en Europa” Y dese el siglo XIX hasta la década de 1980, la cultura difundida por los medios de comunicación propagará el mito de una felicidad al alcance de todos, los individuos de nuestra civilización.” (Morin, 2010, p. 21)



Emma: ¡fiel precursora y reflejo de su tiempo!




Referencias bibliográficas:


Flaubert, G., (1984). Madame Bovary, España, Sarpe.

Morin, E. (2010). ¿Hacia el abismo? Globalización en el siglo XXI, España, Espasa Libros (Ediciones Paidós Ibérica)

Madame Bovary I


Por M.C.


Termino de leer Madame de Bovary, parándome en cada frase, en cada concepto, descubriendo una notable brillantez narrativa que me hace comprender porque es un libro que perdura en el tiempo, que muchos hemos leído en diferentes épocas de nuestra vida, para volver a releer años más tarde con admiración, recreándonos en su narrativa, en el detalle con que describe los personajes, sus emociones, su entorno, descripción de lugares, costumbres, festejos, llegando a análisis filosóficos y religiosos.
Gustave Flaubert, crea en Emma un prototipo de mujer, personaje central, alrededor del cual afloran personas, hechos, paisajes, que existen en cuanto que se relacionan con ella "Dueña y Señora de la narración".
Me recreo en los paisajes  en sus ferias, sus festejos, en las emociones, caracteres y formas de vida de las personas que se entrecruzan, que se enlazan y se desenlazan.
Me revelo al comprobar una forma de vida con normas de convivencia muy rígidas en especial para las mujeres, de las que no es posible escapar sin culpa y, que asfixia a la soñadora protagonista Emma, originando la trama y el desenlace fatal de la narración desarrollada en un medio rural muy cerrado: "Lugares en que el lenguaje carece de relieve y de carácter el panorama".
No entiendo el escándalo que en su día causo el comportamiento de Emma al publicarse el libro. Más bien  podrían haberse escandalizado de actuaciones de las personas que la rodearon, usureros que la acorralan, amantes que terminan su relación con frases despectivas, y comportamientos indignos, una suegra que intenta cambiar su forma de vida prohibiéndole leer libros, personajes mezquinos entre los que Madame de Bovari se ahoga en sus sueños: "Su vida era fría como desván con ventana al norte, y el aburrimiento -silenciosa araña- hilaba su tela bajo la sombra de todos los rincones de su corazón". 
 
Solo puedo salvar a su marido, hombre trabajador, que a su manera la amo profundamente, aunque sin hacer esfuerzos por entenderla, por penetrar en su mundo, era como un hermoso bibelot que adornaba la casa, que lo llenaba de orgullo, y a la que no le negaba los caprichos, sin intentar enlazarse a su soledad. Solo a la muerte de Emma, queda tan derrumbado, que muere en poco espacio de tiempo, durante el cual su vida cambia, y es como si ella al morir le hubiera insuflado algo de su poesía: "Para agradarla, como si viviese aun, adoptó sus gustos e ideas, compróse botas de charol, usó corbatas blancas, untóse en el bigote cosméticos, y hasta, como ella, firmó pagarés ".. . .
      
Al leer los primeros capítulos pensé en una Madame Bovary  ambiciosa, egoísta y amante del poder. Al avanzar en la lectura sin abandonar totalmente esos adjetivos, fui cambiando de opinión y añadiendo otros, Mujer cultivada intelectualmente en mayor grado que las que la rodeaban; "Durante seis meses, con quince años Emma se ensucio las manos con el polvo de viejas bibliotecas públicas". Era sensible, soñadora, nerviosa, inconsciente, apasionada, amante de la estética y de un amor irreal y todo ello en grado que definiría como enfermizo y que la llevo asfixiada por las circunstancias al suicidio .
     
"Tan pronto se mostraba alegre, abriendo sus ojos con ingenuidad, como los entornaba con mirar aburrido, dejando vagar su pensamiento"... "Trataba de saber que se entendía exactamente en la vida por las palabras felicidad, pasión y embriaguez, que tan hermosas le parecieron en las novelas".
     
Al abandonalarla Rodolfo, su primer amante, entra en una destrucción de su persona, sin mostrar interés por nada, en la cama sin levantarse, sin comer y temiéndose por su vida, hasta el extremos que su marido deja el trabajo y permanece al lado de su lecho cuarenta y tres días hasta que Emma sale de esa situación entregandose a la religión con la misma pasión que se había entregado a sus fantasías. "Quiso ser una santa. Compró rosarios, se puso amuletos y deseaba tener en su cuarto, a la cabecera del lecho, un relicario con incrustaciones de esmeraldas para besarlo todas las noches"... "Ejercio la caridad exageradamente. Cosía la ropa de los pobres y enviaba leña a las parturientas"... "Su divisa era la resignación, la indulgencia para todos"...Duró poco su religiosidad.
     
"¡Qué importaba! No era dichosa, no lo había sido jamás. ¿De donde procedía aquella insuficiencia de vida, aquel instantáneo derrumbarse de las cosas en que se apoyaba?.. "Bajo la sonrisa se oculta el bostezo de aburrimiento; la maldición bajo la alegría; el hastió bajo el placer; y los más sabrosos besos sólo dejan en la boca el irrealizable anhelo de una más alquitarada voluptuosidad".  "En su deseo se confundía el sensualismo de lujo con la alegría interior, la elegancia de las costumbres con la delicadeza del sentimiento".
     
Esta era Madame Bovary la mujer que habló largamente de la caducidad de los afectos terrenos y del aislamiento eterno en que yace el corazón y que en su lecho de muerte cuando el sacerdote coge el crucifijo, "Ella, alargando el cuello como un sediento, posó sus labios en el cuerpo del Honbre-Dios, depositando en él, con toda su expirante fuerza, el beso de amor más grande que diera en toda su vida"...
   
Madame Bovary murió por intentar vivir detrás de un sueño inalcanzable.
   
Solamente la mística o la creación artística hubieran podido salvarla.
                                                                                                           
M.C.

6 de junio de 2011

La mujer en nuestra sociedad

Publicado por Julieta


En nuestro último encuentro conversamos bastante sobre el lugar de la mujer en distintas sociedades y en diversas épocas, a raíz del análisis de Emma Bovary (Nora ha publicado un interesante artículo respecto de este personaje).

Fue muy enriquecedor escuchar la visión de cada integrante. Hablamos de la mujer en Oriente y en Occidente. En general hubo acuerdo en que las mujeres occidentales nos encontramos en mejor posición que las pertenecientes a ciertas sociedades orientales pero que todavía queda una gran tarea por delante. Tarea que, creo yo, debemos realizar juntos hombres y mujeres. Es preciso que nuestra sociedad empiece a mirar con mayor agudeza para entender que existen situaciones de nuestra vida diaria que promueven la normalización de la deshonra, la humillación y la desvalorización de las mujeres. Imágenes en la televisión, avisos publicitarios en revistas, en carteles en las calles... Y no sólo a través de las imágenes se deshonra, se humilla y se desvaloriza… también a través de la palabra: en la radio, en la televisión y en los diálogos cotidianos.

Al finalizar el encuentro volvimos a nuestras casas más enriquecidos (como siempre) y pensando en esta tarea que queda por desarrollar, con la convicción de que todos debemos ser partícipes si queremos vivir en una sociedad mejor.

Guía de análisis para novelas

Publicado por Nora


Comparto con ustedes este link a una guía de análisis para el género novela. Espero que les resulte de utilidad.

Guía de análisis

4 de junio de 2011

El “alma” femenina. ¿Qué anhela Emma Bovary?

Publicado por Nora




“Dentro de toda mujer, incluso la más reprimida, alienta una vida secreta, una fuerza poderosa llena de buenos instintos, creatividad apasionada y sabiduría eterna.”

Así se expresa Clarisa Pinkola Estés agregando además que:


“Aunque los regalos de la Naturaleza les pertenecen desde el nacimiento, los constantes esfuerzos de la sociedad por “civilizar” a las mujeres y constreñirlas a unos roles rígidos las han dejado sordas a los dones que albergan en su interior”

Y en “Madame Bovary” tenemos a nuestra Emma, padeciendo las cárceles que impone a su propio deseo, siendo parte de éstas las restricciones de un tiempo y sociedad de la que ella también, de alguna manera (la que puede), pretende “salirse, romper moldes, bucear y buscarse”; y buscar en caminos alternativos saciar su alma insatisfecha.

En el capítulo VIII de la novela impacta el contraste que realiza Flaubert entre la vida rural, aludiendo incluso a sutiles comparaciones entre las “bestias de establo” y los rústicos habitantes de un medio que “acorrala” y aburre soberanamente a Emma.

“campesinas que trascendían a establo, agricultores que penetran uno tras otro como en un hipódromo […] el ganado hallábase allí […] la mediocre vida provinciana […] (Flaubert 1984, pp. 132, 133)

Alude el autor a la generalización de usos y costumbres,  y para ello se vale del lenguaje que potencia la sensación de estandarización: “Todas aquéllas gentes se asemejaban […] todos los chalecos eran de…[…] todos los relojes pendían de cintas, […] todos apoyaban sus manos en las caderas….(p. 135)

Un capitulo en el que la feria como escenario da lugar a un “desfile” de personajes y situaciones que en el estilo del autor, y continuando con una riqueza sensorial que permite “visualizar” lo que acontece,  da cuenta de un poblado en el que se valora (y además se estimula), la sumisión y la obediencia:

“Y no me refiero, señores, a esa inteligencia superficial, adorno de espíritus ociosos, sino a aquella otra, profunda y moderada, que a aplícase sobre encima de todo a la persecución de fines útiles, contribuyendo de esta suerte al bien de cada uno, a la mejora de la comunidad y al sostén de los estados, fruto del respeto debido a las leyes de la práctica y los deberes…” (p.137)
Emma además, en este entorno práctico en el que prima el “deber” y en el que Rodolfo replica, oponiéndose:  […] ¡Siempre a la vuelta con los deberes! […]  ¡El deber, el deber, ¡Cáspita! El deber no es otro que sentir lo grande, adorar lo bello y no aceptar, con las ignominias que nos impone, todos los convencionalismos sociales […] (p. 138) duda de que así sea y es conciente de su condición de género ante lo que  Rodolfo le manfiesta:

“¿Ignora ud. que existen almas atormentadas sin cesar? Esas almas necesitan entregarse alternativamente a la actividad y a los sueños, a las más puras pasiones, a los más desenfrenados placeres, y de aquí que se arrojen a toda clase de caprichos y locuras” (p. 137)

El autor da cuenta de un contexto que en este capítulo (VIII), alude fuertemente y exalta la “utilidad de la agricultura, la opinión de la sociedad, la obediencia a las normas morales; espacio en el que se premia a una mujer (mal trazada, vieja, con rostro inexpresivo, mirada apagada,  que por el roce con los animales aparecía con placidez y mutismo, y sin saber qué hace y prácticamente sin poder interpretar lo que sucede) por  “54 años al servicio de una misma granja” (p. 14), dándole en distinción una medalla, que la campesina regalará en homenaje al “señor cura para que me diga misas” (p.142)

En contraposición aparece en este tramo del texto un Rodolfo que se resiste (pareciera para ciertos personajes hay más libertad ante lo “vedado”):

“¡De ningún modo! ¿Por qué arremeter contra las pasiones? ¿No son ellas lo único hermoso que existe en el mundo? ¿La fuente del heroísmo, del entusiasmo, de la poesía, de la música, de las artes, de todo, en fin?”

¿Qué es lo que Emma ansía, qué quiere, qué DESEA?

Se nos perfila de alguna manera en sus ensoñaciones, sus mecanismos psicológicos (indudablemente Flaubert un “adelantado” al respecto, los menciona y nomina de manera diferente, pero hay en sus descripciones a lo largo del texto: negación, sublimación, racionalización, identificación, etc. que “delatan” a Emma ) y un recurrir permanente y destacar en el relato a la imaginación, potente legado de lo “humano”.

Concluyo con las palabras de Maturana: “NO HAY ACCIÓN SIN DESEO, Y NO HAY ACCCION RESPONSABLE NI LIBRE SIN CONCIENCIA DE LO QUE SE QUIERE” (Maturana, 1991, p.248)



Referencias bibliográficas:


Flaubert, G., (1984). Madame Bovary, España, Sarpe

Maturana, H. (1992). El sentido de lo humano, Santiago de
    Chile. Ediciones Pedagógicas Chilenas S. A.

Pinkola Estés, C. (1992). Mujeres que corren con los lobos,
    España, Ediciones B S.A.


3 de junio de 2011

Textos leídos

Publicado por Club de Lectura



Compartimos con ustedes los textos que hemos leído desde que comenzamos, en Marzo de 2008:

La invención de Morel, de Adolfo Bioy Casares
El héroe de las mujeres, Adolfo Bioy Casares
Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez
La hojarasca, de Gabriel García Márquez
Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez
El amor en  los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez
La ceguera, de Jorge Luis Borges
Funes el memorioso, de Jorge Luis Borges
El jardín de los senderos que se bifurcan, de Jorge Luis Borges
La muerte y la brújula, de Jorge Luis Borges
Rayuela, de Julio Cortázar
Casa Tomada, de Julio Cortázar
Bestiario, de Julio Cortázar
El escarabajo, de Manuel Mujica Láinez
Misteriosa Buenos  Aires, de Manuel Mujica Láinez
El mar que nos trajo, de Griselda Gambaro.
El general, el pintor y la dama, de María Esther de Miguel
La cruz invertida, de Marcos Aguinis
La tía Julia y el escribidor, de Mario Vargas Llosa
Mujeres de ojos grandes, de Angeles Mastretta
A sangre fría, de Truman Capote
El lector, de Bernhard Schlink
Gracias por el fuego, de Mario Benedetti
Naná, de Émile Zola
Las ratas, de José Bianco
Ficciones patrias, de Juana Manuela Gorriti
Hamlet, de Shakespeare
Ceremonia secreta, de Marco Denevi
Floreros de alabastro, alfombras de Bokhara, de  Angélica Gorodischer
Los galgos, los galgos, de Sara Gallardo
Tuya, de Claudia Piñeiro
Mariposas blancas, de Armando Discépolo

1 de junio de 2011

Nuevas formas de leer, nuevas formas de pensar


Publicado por Nora

A raíz de temas que estoy investigando en áreas educativas, de un artículo que he leído en La Nación (ver fuente) y de inquietudes que surgen en el Grupo de Lectura (algunas de las compañeras expresan que les cuesta leer ciertos textos), les comparto algunas reflexiones sobre uno de los “efectos Internet”.

Pareciera que estamos dejando atrás, algunos paulatinamente, otros de manera más acelerada, las viejas maneras de pensar. “Calmada, concentrada, sin distracciones, la mente lineal está siendo desplazada por una nueva clase de mente que quiere y necesita recibir y diseminar información en estallidos cortos, descoordinados, frecuentemente solapados –cuánto más rápido mejor”. Así lo expresa el artículo "Cerebros ante el efecto Internet", que menciona al nuevo libro del autor Nicholas Carr “Superficiales”, cuyo subtítulo es: ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?”. Efectivamente los nuevos lenguajes tienen influencia marcada en nuestro pensamiento, y nada es peor ni mejor, todo cambio deviene con pérdidas y ganancias. Oportuna e históricamente el nacer de la imprenta tuvo como consecuencia (entre otras) la pérdida del ejercicio de la memoria, que en esos momentos era excepcionalmente entrenada a través de la oralidad. ¡Si de ello se jactaban Juglares y otro tipo de ¿comunicadores? de romances, canciones, historias, que se transmitían de boca en boca! Según el artículo, pareciera que hubiera un rediseño a nivel neuronal. Algunas personas, sobre todo los usuarios frecuentes de la red, no piensan como solíamos pensar, comienzan a hacerlo de otra manera. ¡Ni qué hablar de la generación WEB!

Desde mi perspectiva y según lo que investigo, actualmente muchas personas leen y piensan a modo de “hipertexto”, sobre todo quiénes pasan mucho tiempo “navegando”, no pueden tener los mismos niveles de concentración en la lectura de textos largos. Ahora se captan rápidamente fragmentos cortos de textos desde numerosas fuentes “on line”, se obtienen montones de información, se filtra rápidamente la relevante, e incluso no se lee de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo. El autor expresa que  siente como si “estuviese siempre arrastrando mi cerebro descentrado de regreso al texto” y que “la lectura profunda que solía venir naturalmente se ha convertido en un esfuerzo”. ¡Así comienza a suceder! La red tiene innumerables ventajas y surge (¿qué es primero el huevo o la gallina?) en contextos históricos caracterizados por el zapping, lo inmediato, la vida “fast”.Es un momento importante en la historia intelectual y cultural, una fase significativa entre dos formas de pensamiento. Las personas sienten un declive en su capacidad para leer y concentrarse, al menos como habitualmente se venía haciendo.

¿Mejor, peor? Desde mi perspectiva no es sólo  acceder a un monto importante de información (que por supuesto tiene valor e importancia), sino fundamentalmente saber cómo procesarla, acceder a fuentes confiables, discriminar, comprender, tener una mirada reflexiva y crítica y en el caso del texto literario sobre todo ¡DISFRUTAR LA LECTURA! Encontrar placer en ésta, sin que el tiempo y el acelere de estos contextos post modernos nos conviertan en autómatas. Podemos encontrar esta gratificación en el texto escrito, o en el hipertexto, en el espacio cibernético, dependerá de qué actitud tengamos al acceder a estos.

De todas maneras, me gustaría concluir con un párrafo del artículo en cuestión:

“Durante los últimos cinco siglos, desde que la imprenta de Gutenberg hiciese de la lectura un afán popular, la mente lineal y literaria ha estado en el centro del arte, la ciencia y la sociedad. Tan dúctil como sútil, ha sido la mente imaginativa del Renacimiento, la mente racional de la Ilustración, la mente inventora de la Revolución Industrial, incluso la mente subversiva de la modernidad. Puede que pronto sea la mente de ayer”.

Como educadores también sería pertinente plantearnos y reflexionar sobre esto que sucede, nos sucede; e intentar actualizar las viejas metodologías educativas que producen un efecto de saturación y aburrimiento (es “una” de las causas, no pretendo abarcar una problemática tan compleja), en alumnos que concurren obligados a clase.


Fuente: Diario La Nación. Enfoques. "Cerebros ante el efecto Internet" 29-Mayo-2011

31 de mayo de 2011

Flaubert básico

Publicado por Julieta


Nombre: Gustave Flaubert

Fechas de nacimiento y fallecimiento: 1821-1880

Nacionalidad: francesa

Primera novela publicada: Madame Bovary, 1857.






Enlaces de interés

Biografía en Wikipedia
Biografía en Biografías y Vidas
Biografía en Biografica.info
Información sobre Flaubert, Universidad de Rouen -en francés-
Frases de Gustave Flaubert


[Imagen tomada de http://flaubert.univ-rouen.fr/iconographie/]
En este momento estamos leyendo...

Madame Bovary, de Gustave Flaubert.

29 de mayo de 2011

Presentación

Publicado por Club de Lectura



¡Bienvenidos a este nuevo espacio!

Somos los integrantes del Club de Lectura de la Biblioteca Ricardo Güiraldes (ubicada en Buenos Aires, Argentina).

En este blog compartiremos reflexiones y comentarios acerca de los libros que vamos leyendo. Nos gustaría que nos acompañen y nos hagan llegar sus opiniones sobre las entradas que publicamos o sobre los libros que van siendo tratados en cada momento.

Deseamos que sea un lugar de disfrute para todos y los invitamos a construirlo juntos.